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La pasarela de Jhonatan Mujica: Un chileno de alta costura

Por @palirosada

diciembre 2020

Si algo aprendimos de Tyra Banks —además de sonreír con los ojos— es que existen dos tipos de modelos: los publicitarios y los de alta costura. Y es este (selecto) segundo grupo el que vemos en las grandes pasarelas del mundo, el que viste lo que será tendencia en la próxima temporada y el que inspira a diseñadores. Y es justo ahí, en medio de toda esa industria, que encontramos a Jhonatan, nuestro “Chilean couture model”.

El particular acento argentino de Jhonatan Mujica es una mixtura entre la idiosincrasia heredada de su madre chilena y la de su padre venezolano. ¡Ah, bueno! Y lo trasandino se le pegó cuando vivió al otro lado de la cordillera. Aunque todo comienza en España, su país natal, luego vivió hasta los nueve años en Venezuela, edad en que emigró junto a su familia a Chile. “Veníamos de una situación económica muy mala, así que empezamos de nuevo en Viña del Mar”, recuerda. Posterior a eso, a los 19, partió a estudiar a Argentina, para luego radicarse en Italia hasta hoy.

WHO RUNS THE WORLD?

“Mientras estaba en el colegio trabajé como promotor y siempre me llegaban propuestas para modelar, pero las rechazaba; quería estudiar —explica—, aunque de a poco me fue interesando la idea, y estando en Argentina me escribió una agencia y acepté”. Hoy no solo trabaja en Milán, sino que además tiene representante en Londres, Turquía, España, Alemania, México y Francia. “Muchas veces me cuestioné por qué no me gustaba una carrera universitaria, ser feliz con eso y llevar una vida ‘normal’. Pero ahora digo, gracias a Dios no tomé en cuenta esos pensamientos, si no, no estaría aquí”, señala.

Debe ser increíble trabajar para Dolce & Gabbana, ¿cómo surge esa oportunidad?

Es una historia bastante peculiar, porque me lancé a los leones cuando vine a Italia. Antes de eso estuve un tiempo en Turquía y lo pasé súper mal, me estafaron. Luego llegué a Italia y empecé a ir a castings, uno de ellos fue para Dolce. Cuando me confirmaron para dos shows, mi agencia me dijo: “Jhonatan, prepárate para lo que viene” (ríe).

¿Por qué dices que te estafaron en Turquía?

Mi primera opción siempre fue Italia, pero tuve la oportunidad de probar en Turquía. Y la experiencia fue increíble, aunque desgraciadamente estuve en una agencia que iba en picada, con historial de malos tratos a los modelos e hice una campaña en la que no me pagaron lo que correspondía, así es que renuncié. ¡Fue todo un drama! Amenazaron con deportarme, con decir que era ilegal, mandaron correos a otras agencias para perjudicarme. Estuve tres días durmiendo en un café, pero finalmente me tomó otra agencia y pude viajar a Italia. 

¡Increíble! Has contado que viviste un episodio de estrés, ¿fue en ese momento?

No, no; fue en Argentina. Allí terminé mi primera relación fuerte: perdí el departamento, había renunciado a mi trabajo y dejé de estudiar. Comencé a trabajar como personal trainer, pero era súper sacrificado para lo que ganaba. Tuve crisis de pánico, una depresión que me banqué callado, bajé de peso… Pero aprendí mucho, maduré; tengo un tatuaje que dice “todo pasa por una razón”. Luego de eso, llegó la oportunidad de ser modelo. Era mucha plata y me lancé.

STRIKE A POSE

Si algo aprendimos en America’s Next Top Model —además de sonreír con los ojos— es que existen dos categorías de modelos: de alta costura y comerciales. Los de alta costura tienen rasgos exóticos, son más delgados y están en las marcas exclusivas; en cambio, los comerciales poseen belleza clásica y versatilidad para la publicidad. Es aquí donde entra Jhonatan. Mide 1.87cm y pesa 78 kilos, perfecto para Italia, pero muy grande para París. “Cada vez que probaba me decían: ‘Nos gustas, pero tendrías que bajar cinco kilos’, y yo pensaba ‘no’ (ríe). Me gusta el modelaje, pero no le voy a hacer eso a mi cuerpo”, relata.

Contaste hace poco que el mismísimo Domenico Dolce, uno de los fundadores de Dolce & Gabbana, te retó por llegar tarde a un desfile y tú ni siquiera sabías quién era él, ¿qué otra anécdota recuerdas?

(Ríe). Después de lo que me pasó con Domenico me puse a estudiar la moda, pero en la fiesta privada de Dolce, del año pasado, estuve hablando toda la noche con Edward Enninful, director de Vogue, y yo sin saberlo. En un momento me dijo: “Me caíste súper bien, salgamos a tomar un café”, pero no nos dimos nuestros contactos ¡porque no sabía quién era!  

¡No te creo! Esa era una gran oportunidad, ¿con qué otras marcas importantes has trabajado? 

Versace y Eleventy, una marca muy importante acá. Hice una campaña y sabía que iba a estar en las tiendas, pero un día me vi gigante en Milán y no me lo creí.

¿Qué piensas cuando te ves en grandes campañas?

Uno se acostumbra a no valorar las cosas que hace. A veces se pierde esa pequeña chispa de emoción. Pero cuando me vi en ese, fue impresionante. 

¿Cuál es la diferencia entre el mundo publicitario de Chile y Europa?

En Europa estamos trabajando con los peces gordos: Dolce, Armani, Versace, Gucci. Es una responsabilidad gigante, y cuando sales en una campaña, viene el reconocimiento. Te comienzan a llamar otras marcas, es un trampolín. En Chile se trabaja bien, ganas bien, pero no se puede crecer de forma profesional. 

¿Para qué firmas te gustaría desfilar?

¡Uf! Para Jean-Paul Gaultier. ¡Voy por ti, Jean! Lo bueno es que ya tengo agencia en París, hicimos una campaña para el próximo año, así es que pronto estaré en calzoncillos por las calles de Francia (ríe). Y bueno, Calvin Klein también me gustaría. Ya estoy en Dolce, y si logro las otras dos, me disparo a otro nivel. Es una meta.

¿Cómo era un día normal tuyo antes de la pandemia?

Organizaban mi semana, viajaba por diferentes ciudades haciendo fitting, casting, videos, magazine… Y el lunes siguiente volver a empezar. Las primeras tres semanas estaba chocho, después entendí que es una vida bastante dura, te tiene que apasionar y debes tener una personalidad fuerte para que no te afecte. 

Imagino que ese ritmo debe ser lo peor, pero ¿qué es lo bueno?

Viajar todo el tiempo, el reconocimiento. Hice un comercial y me quedé en el penthouse del hotel de Pablo Escobar. Era impresionante, de vidrio, veía toda la ciudad; aprecio esos detalles. 

FAMILIA DE INFLUENCERS

Acá ha llamado mucho la atención que seas primo de Christell Rodríguez, ¿son cercanos?

Nos estamos haciendo muy cercanos. Cuando nos mudamos a Chile ella estaba en pleno “boom”, fue difícil conocerla, pese a que siempre supimos que estaba ahí. Pero con las redes sociales nos hemos acercado, siempre nos celebrábamos las victorias. Ahora conversamos casi a diario, conectamos en tantas cosas que es una lástima que no hayamos hablado desde antes.

Ella genera mucha empatía en la gente…

Tiene ángel, es simpática, talentosa, canta, baila, habla lenguaje de señas, es humilde. Es una persona linda, mucha gente lo aprecia, pero desgraciadamente otros no lo valoran, se fijan en estupideces y nada, eso pasa cuando tienes un montón de seguidores… 

Entre tanto trabajo, ¿hay tiempo libre?, ¿qué haces con él?

Soy muy deportista. Empecé a hacer yoga y me gusta mucho bailar. En el colegio estaba metido en todas las alianzas (ríe). Cuando uno decía que le gustaba el baile, te trataban remal, te decían que eso era de minas, y como era niño no seguí. Me arrepiento un montón, espero tomar clases ahora. 

SO GOLDEN

Sus almendrados ojos dorados y esa sonrisa pícara encantan a cualquiera. No por nada tiene más de 28.000 seguidores en Instagram que no paran de alabar su innegable belleza, pero también su cercanía. “En un video que subí, una seguidora dijo que mi cuerpo no sería nada sin la potencia de mi mirada, y eso me alegró mucho”, cuenta. Desde que salió a la luz su historia, ha recibido un sinfín de mensajes de compatriotas que se sienten orgullosos de tener un representante en las pasarelas más importantes de la moda, y Jhonatan responde con gratitud.

Imagino que debes tener una rutina alimenticia muy estricta.

La verdad es que no, al haber estudiado Kinesiología, sé cómo cuidarme. Mi cuerpo se adaptó a una rutina. Tengo una dieta cetogénica basada en proteínas y grasas saludables como la palta y el aceite de oliva. Pero igual me pego mis chanchadas; soy dulcero a morir, amo el caramelo, el chocolate… Estoy mirando ahora tres cajas de chocolates que tengo ahí (ríe). Pero me controlo. 

Y hablando de cuidados, ¿cómo te cuidas la piel?

Aprendí que hay que usar cremas diariamente. Me lavo la cara con jabón neutro, y con un cepillo de dientes de bebé me aplico un exfoliante suave. Tengo crema para los ojos y bálsamo labial. Los hombres en Chile piensan que esto es solo para mujeres, pero uno se debe cuidar, yo lo hago y me siento increíble, lo haré ahora (se aplica bálsamo labial).

¿Qué tipo de mensajes recibes de tus seguidores?

Aprecio a las seguidoras que ven más allá, porque, como todos, juego con hacerme el lindo. Pero mucha gente me ha dicho que se sienten orgullosos de que un chileno esté acá, y yo les respondo a todos, me tomo el tiempo, quiero que sepan que estoy ahí, porque yo también he sido seguidor de alguien y duele la indiferencia (ríe).

Sé que no estás en pareja, pero me gustaría saber ¿qué cualidades te atraen de una persona?

(Piensa) La mente. Que tenga conciencia, yo me tomo las cosas con humor, pero al mismo tiempo soy consciente. En temas sociales, por ejemplo, hay gente que se deja llevar por lo que dicen los demás, por las noticias y terminan siendo muy hater. A mí me atrae alguien que no trate mal, que no critique, que no hable mal de nadie. Puedes tener un cuerpo increíble, pero la mente es lo que se mantiene.

¿Qué proyectos se vienen?

Estoy trabajando en un proyecto de caridad. Un día me fui a comprar un pan dulce, pero vi a un señor en la calle pidiendo limosna y se lo di, él estaba súper agradecido. Siempre he sido así, y eso me hizo un clic. Compro cajas navideñas con unas mantitas para las personas que de verdad lo necesitan, y a través de redes sociales me he organizado para ir a buscar cajas que otras personas quieran donar. Estamos haciendo esto con un grupo de amigos recopados que tienen varios seguidores. 

¡Eso es muy generoso! ¿Ya estás planeando tu 2021?

No, la verdad es que no quiero organizar nada, porque después si las cosas no resultan empieza la frustración, y no quiero empezar el año con frustración, prefiero que sea un año con sorpresas.

Ph: @marcosyacob

@mauriziomotani_

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