Close

Él es Teo: Jime Pereyra y Tania García presentan al amor de sus vidas

Por @matiasmorenog

junio 2025

Conocida por su potente voz y su presencia en la música chilena desde los 2000, María Jimena Pereyra ha estado durante décadas en el ojo público por su talento y carrera en las comunicaciones. Pero esta vez, la conversación se aleja de los escenarios y entra en un terreno mucho más íntimo y profundamente humano: el largo y desafiante camino que recorrió junto a su esposa Tania García para convertirse en madres. En esta entrevista, la pareja comparte con honestidad y sin rodeos los temores, frustraciones y aprendizajes que marcaron un proceso de siete años, trece intentos y múltiples obstáculos médicos y legales, hasta la llegada de Teo, su hijo. ¡Spoiler alert! la historia tiene un final feliz.
Top camisa: @rre.vuelta | Chaquetas: @jhenbaderna | Pantalones: @rvcouture 
Zapatos: @tiendavoce.cl | Teo: @smartmom.cl | Joyas: @aurusjoyeria

Hablar con Tania García y María Jimena Pereyra es abrir la puerta a una historia de amor, perseverancia y valentía. Juntas llevan más de una década de relación, y hace un tiempo decidieron formalizar su vínculo contrayendo matrimonio. Pero su mayor sueño, el de convertirse en madres, tardó años en hacerse realidad. No fue un camino fácil. Entre clínicas, tratamientos médicos, vacíos legales, diagnósticos, frustraciones y trece intentos de inseminación, la maternidad se les presentó como un desafío emocional profundo, marcado por la falta de acompañamiento médico y, muchas veces, por la incomprensión del sistema.

Fue Tania quien llevó el embarazo, no solo porque siempre quiso ser madre desde muy joven, sino también porque Jimena, diagnosticada con lupus, enfrentaba riesgos que las llevaron a tomar decisiones difíciles y valientes. Hoy, a poco más de un año del nacimiento de Teo, su hijo, viven una de las etapas más luminosas de sus vidas. Son dos mamás orgullosas, enamoradas y agradecidas, adaptando sus agendas, carreras y tiempos personales al ritmo del pequeño Teo.

Jimena, reconocida por su destacada trayectoria artística desde su irrupción en “Rojo” hace más de veinte años, ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Ha recorrido un camino sólido como cantante, animadora, jurado, coach vocal y figura televisiva. Pese a sus múltiples roles públicos, ha logrado priorizar su vida familiar con una entrega absoluta, redescubriendo el amor desde la maternidad compartida.

La llegada de Teo les cambió la vida y también las consolidó como familia en una sociedad que, aunque aún tiene mucho por avanzar, las ha sorprendido con gestos de cariño y respeto. En esta entrevista, ambas se abren con honestidad para compartir lo más íntimo de ese proceso: los temores, las decisiones, el dolor, las críticas injustas y también el amor profundo que las une como pareja y como madres. 

Jimena, han pasado ocho años desde aquella entrevista en la que, por primera vez, compartiste con revista Sarah que estabas enamorada de una mujer y que soñabas con ser madre. Hoy ese proyecto de vida ya es una realidad. ¿Cómo han sido estos ocho años construyendo una familia basada en el amor?

Jimena: ¡Wow! Ya pasaron ocho años de aquella entrevista, no lo puedo creer. Creo que no nos hemos dado cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo y, a la vez, es tanto lo que hemos vivido que parece mentira. Han sido años maravillosos y creo que hoy día estamos viviendo una de las etapas que más soñamos, aprendiendo también de ello. Pero creo que, a medida que nos fuimos conociendo y fuimos soñando con este proyecto de familia, fuimos trabajando para eso. Hemos cumplido ya con todo lo que alguna vez proyectamos. No concibo mi vida sin Tania ni Teo.

¿Recuerdas cómo empezó a tomar forma la idea de formar una familia?

Jimena: Debo reconocer que fue la inquietud de parte de Tania. Ella me lo planteó y me dijo que no concebía su vida sin ser madre. Que conmigo sería ideal porque ella sentía que yo era la persona indicada. Y si no, que ella iba a ser mamá igual. Y bueno, lo conversamos y empezamos a buscar la forma de hacerlo. A medida que pasaron los años y a medida que pasaron los intentos, ya era mutuo. Me fui enamorando de la idea.

Tania: Yo siempre quise ser mamá, sola o en pareja. Claramente con Jimena era lo ideal, pero siempre, como persona independiente, sentí esa necesidad de ser mamá. Entonces fue como: “Oye, podríamos ser mamás, tenemos como todas las herramientas para poder tenerlo”, sin imaginar que nos íbamos a demorar siete años. Empiezas con la ilusión de que va a ser muy simple, un mero trámite, y en el trayecto fuimos enterándonos que era más complicado de lo que parecía.

¿Fue difícil, esperanzador, desalentador? 

Tania: Fue un proceso muy largo en el que pasamos por tres clínicas. Fue muy poco acompañado emocionalmente. Desde lo médico, claramente, fue un tiempo duro de vivir. 

¿Por qué fue tan duro? ¿Qué era lo doloroso del proceso?

Tania: Te hacen sentir como súper ignorante en el área. Es bastante frívola la situación. En las dos primeras clínicas lo pasé emocionalmente súper mal porque, a medida que vas avanzando y no vas quedando (embarazada), obviamente la incertidumbre, la ansiedad y todo te va comiendo.

Jimena, en tu caso, ¿cómo viviste esa decisión? Entiendo que tienes una condición de salud de base que podría haber dificultado algunas opciones. ¿Fue un tema complejo para ti?

Jimena: No fue un tema. Cuando conocí a Tania, ya tenía 38 años. Ya me habían operado del útero, ya me habían hecho una histerectomía. No fue total porque los óvulos los mantengo, pero ya estando con Tania, en el año 2016, me diagnosticaron lupus y un cáncer al riñón. Y ahí tuve que hacerme quimioterapia. Entonces, cuando partimos con todo este proceso de querer ser madres, nuestra idea era quizás averiguar si podíamos hacer el sistema ROPA, que consiste en la extracción de óvulos, que en este caso serían los míos, pero el embarazo lo llevaría Tania.

Top corbatas: @rre.vuelta | Trajes ambos: @josefinalira.cl | Accesorios: @conbrillojoyas | Teo: @smartmom.cl | Zapatos: @tiendavoce.cl 

¿Y cómo les fue cuando intentaron hacerlo de esa forma?

Jimena: Barajamos esa idea, pero cuando conversamos con uno de los ginecólogos, mis óvulos ya estaban viejos; incluso, con el proceso de la quimioterapia era muy riesgoso para fecundar. Entonces optamos porque todo fuera practicado en Tania. Pero para mí nunca fue un tema, porque siento que, a pesar de que genéticamente es todo de Tania, yo soy la mamá. De la misma manera y con la misma fuerza que Tania. Jamás me planteé ni hubo ningún miedo con respecto a eso. Teo es tan mío como de ella. Somos mamás por igual. 

¿Qué fue lo más desafiante de ese camino hacia la maternidad? 

Tania: El desafío más grande fue hacerles entender a ellos (a los doctores): “Loco, yo quiero ser mamá, y como yo quiero ser mamá, me importa poco la medicina, me importa poco tu estudio, quiero hacerlo a mi forma, ¿cachai?”. Si es erróneo, si nos equivocamos, por último sentir que yo tomé una mala decisión.

Antes de Teo hubo 13 intentos fallidos. ¿No perdieron la esperanza en algún momento?

Tania: Fueron siete años, de los cuales se hicieron trece intentos y yo no quedaba embarazada sin ningún diagnóstico que me dijera: definitivamente no puedes o sí puedes. Y si me lo hubieran dicho, perfecto, lo asumo. Pero no había una respuesta ante eso. Entonces esa incertidumbre te hacía sentir como: “Loco, no me escuchan”.

«Fueron siete años, de los cuales se hicieron trece intentos y yo no quedaba embarazada sin ningún diagnóstico que me dijera: definitivamente no puedes o sí puedes. Y si me lo hubieran dicho, perfecto, lo asumo. Pero no había una respuesta ante eso».

Tania García

¿Y en tu caso, Jime?

Jimena: Lo más desafiante fue afrontar todo el dolor y toda la angustia por la que se pasa. No es fácil. Así como nosotras, hay miles de parejas que pasan por lo mismo y seguramente te van a responder lo mismo que nosotras. Hay mucha carga emocional, mucha angustia. Son procesos largos en los cuales una se somete, en este caso Tania, a tratamientos hormonales que alteran mucho tus emociones, tus estados de ánimo.

Tuviste que ser un soporte para Tania…

Jimena: Para uno como pareja es complejo, porque tiene que aprender a ser el pilar para seguir adelante. Uno vive quizás todas esas angustias y esos temores desde otra perspectiva, pero es muy duro. Porque éramos las dos que perdíamos. En el caso de nosotras, que tuvimos dos o tres pérdidas, éramos las dos que perdíamos a ese niño. Y aunque trataba de estar más fuerte para sostener a Tania, es complejo.

Durante el proceso de inseminación, ¿sintieron que el sistema quizás no estaba preparado para acompañar a las parejas del mismo sexo? ¿Hubo más dificultades por ese mismo hecho? 

Tania: Totalmente. Desde la ignorancia. Siempre he creído que los doctores son “Dios-tores”, entonces desde ahí empecé (a sentirme) muy chica. Estamos hablando de ser padres, no de querer tener un perro o de querer operarte de algo, sino de ser mamá. Entonces es una decisión tan de uno, y ellos son tan “Dios-tores” que tú tienes que hacerle entender que no quieres un “Diostor”, quieres ser mamá. 

Jimena: Tuvimos muchas experiencias. En la primera clínica fue una cosa muy fría, no conocíamos mucho. Y siento que fue como… (piensa). Por ejemplo, nos sorprendió que nunca hubiera un único médico tratante. Fue como muy impersonal y frío. Sentimos que (el proceso) no iba a ser agradable.

¿Pero todas las experiencias fueron así?

Jimena: La última experiencia fue mil veces mejor que las anteriores. Hay médicos que no, y médicos que sí están capacitados para llevar este tipo de tratamientos con parejas homosexuales. Uno lo siente mientras está en tratamiento, se da cuenta.

Tania: Siento que el apoyo psicológico en todo este proceso es un punto muy importante, porque cuando se es mamá primeriza sin una red de atrás que te esté guiando o dando herramientas, es súper complejo. Ese tema debería ser un punto principal antes de decir si eres fértil o infértil. El proceso en sí de la maternidad, la persona que está ahí, debería ser gratuito.

¿Sintieron en algún momento la falta de una ayuda más integra, psicológica quizás?

Jimena: Por supuesto que se necesitó. Entre las dos nos apoyamos y conversamos, pero sí nos hizo falta. Y creo que las clínicas no ofrecen ese apoyo, o lo hacen de forma muy superficial. Creo que uno no debería buscar un psicólogo por fuera, debería ser parte del proceso en la clínica que está cargo del caso. 

Y esa necesidad trasciende a todas las parejas, sean hetero u homosexuales…

Jimena: Por supuesto, hay muchas parejas que tienen problemas para poder ser padres y que tienen que recurrir a este tipo de tratamientos. Yo creo que todavía hay mucho por hacer respecto a esto. Creo que los problemas de fertilidad están en todos los sectores de la sociedad, pero solo quienes pueden pagar estos tratamientos tienen la posibilidad de lograrlo. Quizás el Estado debería apoyar a quienes no pueden costear un tratamiento. 

«Creo que los problemas de fertilidad están en todos los sectores de la sociedad, pero solo quienes pueden pagar estos tratamientos tienen la posibilidad de lograrlo. Quizás el Estado debería apoyar a quienes no pueden costear un tratamiento». 

María Jimena Pereyra

Qué potente reflexión…

Jimena: Claro, así como el GES cubre enfermedades como mi Lupus, que me cubre todo el tratamiento, quizás debería haber un apoyo, porque todos tenemos derecho a ser padres. Y ojo, las tasas de natalidad en Chile están muy bajas.

Y Tania, ¿a lo largo del proceso te etiquetaron o te hablaron de infertilidad?

Tania: En la segunda clínica me catalogaron como infértil. Discutí mucho y no entendí muchos procesos. Encontraba que estaban haciendo muchas cosas muy mal. Son “Dios-tores”, entonces al final nunca te escuchan. Ellos siguen su protocolo, su forma, y ahí se quedan. En ese sentido, fue muy desalentador, muy agobiante, y me sentí muy sola.

Hace que el proceso sea más desalentador.

Jimena: En la última clínica, que fue donde logramos quedar embarazadas, lo sentimos un poquito más cercano. Porque ya íbamos nosotras de otra manera, por la experiencia que teníamos anteriormente. Por ejemplo, Tania dijo: “Yo no me voy a someter a ningún tratamiento hormonal, porque yo soy una mujer sana. Mi problema no es que sea infértil, sino que soy lesbiana, y por eso no puedo ser mamá; necesito una muestra”. Entonces lo conversamos con el doctor y él entendió perfectamente. Tuvimos la suerte y la fortuna de encontrarnos con profesionales súper agradables, con los cuales pudimos conversar abiertamente. 

En algún momento del proceso, ¿sintieron que quizás no podían hacer más intentos? 

Tania: Teo era mi último intento. Él era el punto de inflexión y decisión. Ya lo estaba pasando mal, y había entendido que quizás simplemente no podía ser mamá… Lo que sí me intrigaba, y fue la razón por la que llegué al proceso número 13, es porque sentía dentro de mí que el procedimiento no se hacía bien. Sentía que no era yo el problema. Entonces yo decía: “Necesito un lugar donde me escuchen y me entiendan», y así fue.

«Teo era mi último intento. Él era el punto de inflexión y decisión. Ya lo estaba pasando mal, y había entendido que quizás simplemente no podía ser mamá… Lo que sí me intrigaba, y fue la razón por la que llegué al proceso número 13, es porque sentía dentro de mí que el procedimiento no se hacía bien».

Tania García

¿Y en tu caso, Jime?

Jimena: En el intento anterior, Tania me había comentado que sería el último, porque había quedado embarazada en el intento número 12 y, a la semana, tuvo una pérdida. Quizás la energía no estaba como para que fuéramos mamás, y había renunciado (a la idea). Pero creo que le duró dos o tres días (ríe). En un desayuno, tomando mate, surgió de nuevo la conversación de intentarlo una vez más. Y qué bueno, porque lo hicimos una vez más y finalmente llegó Teo a nuestras vidas. 

Y llegó un Teo fuerte y sano como un roble…

Tania: Mi hijo nació sin necesidad de medicamentos, intervenciones ni alteraciones en mi cuerpo. Siempre he pensado que algún día quiero escribir un libro para hablar de: “¿Por qué estimular un sistema que funciona bien?”. Porque eso fue lo que pasó. Me preguntaba una y otra vez: ¿por qué insistían en intervenir si todo estaba en equilibrio? En vez de dejar que el proceso siguiera su curso natural, lo forzaron… y terminaron colapsando un sistema que solo necesitaba tiempo. Mi hijo nació de la manera más natural posible.

MATRIMONIO, APELLIDOS Y DERECHOS: LA OTRA CARA DE LA PATERNIDAD

El 10 de diciembre del 2021 se publicó en Chile la Ley 21.400, conocida también como la Ley de matrimonio igualitario, que además de igualar los derechos para parejas del mismo sexo, también entrega reconocimiento en materia filiativa a parejas homoparentales, incluyendo adopción y técnicas de reproducción asistida. Este cambio en la legislación nacional permite que hoy el pequeño Teo pueda, por ejemplo, llevar el apellido de sus dos madres, hecho que hoy suena fácil, pero que era imposible hasta apenas 4 años atrás.

Más allá de las dificultades en todos los procedimientos para poder concebir, hay otra arista, la legal. ¿Tuvieron barreras legales o institucionales para el reconocimiento de Teo?

Jimena: Afortunadamente, no. Pero al comienzo sí hubiese sido un tema, porque nosotras estábamos casadas por la unión civil y, en ese tiempo, si hubiese nacido Teo, no hubiese podido llevar mi apellido. Pero como en el transcurso de los años se aprobó la ley de matrimonio igualitario, tenemos igualdad de derechos, y Teo lleva mi apellido. Apenas se aprobó la ley, nos casamos, y gracias a eso hoy tenemos el derecho a que Teo lleve nuestros dos apellidos. Somos legalmente sus dos madres.

«Apenas se aprobó la ley, nos casamos, y gracias a eso hoy tenemos el derecho a que Teo lleve nuestros dos apellidos. Somos legalmente sus dos madres».

María Jimena Pereyra

Jime, más allá de las leyes, desde la experiencia de ambas buscando la maternidad y siendo protagonistas de esta historia de amor que ha sido pública, ¿qué le falta a Chile para que en el futuro dos mujeres casándose o teniendo un hijo deje de ser tema y simplemente se viva?

Jimena: Creo que tenemos pendiente un gran trabajo de educación, y eso es responsabilidad de las familias y de los colegios. Debemos enseñarle a los niños que hay diferentes tipos de familia y que todas ellas tienen los mismos derechos. Cuando eso pase, aunque nos tardemos décadas, ya no habrá discriminación. 

Pero los tiempos están cambiando, el futuro se ve más alentador…

Jimena: Sí, se está acelerando bastante el proceso, los niños vienen con otro chip. Un día fuimos a hacer deporte con nuestras amigas, amigas hétero que tienen hijos, y uno de sus hijos se acerca a Tania, que aún estaba embarazada, y le dice: “¿Cómo le va a decir Teo a Jimena? Porque a vos te va a decir mamá, y a Jimena, ¿cómo le va a decir?”. Y Tania se puso un poco tensa pensando cómo le explicaba a ese niño que en esta historia no había un papá, pero el niño lo que preguntaba era si me iba a llamar mamá o mami, o qué se yo. Ahí te das cuenta de que los niños no tienen ningún problema; su inquietud  era cómo iba a diferenciar a las dos mamás, no cómo le iba a explicar que no había un papá. 

Jime, ¿sientes que por ser tan conocida y querida tienes una cuota de responsabilidad en la visibilización de este nuevo tipo de familia?

Jimena: Yo creo que sí. Aún sin quererlo, ha sido de forma natural. La misma gente me ha hecho ver que es bueno mostrar estas otras realidades, otro tipo de familias. Es bueno poder mostrarlo, y mostrar que tenemos una vida increíble –por cierto, con todos los miedos y con todos los desafíos que vive cualquier familia–. 

Por lo mismo, quizás, es que decidimos no ser esa familia que cubre el rostro de sus hijos. Optamos por no tener temor respecto a eso y poder mostrarlo abiertamente. Somos una familia como tantas otras.

Me emociona oírte hablar así de tu familia, tan feliz…

Jimena: Es que te mueres lo que es esto de ser mamá. Es maravilloso. Yo, siendo joven, jamás pensé en ser mamá, pero es lo más maravilloso que me ha pasado. Cuando miro a Teo, siento que es lo más lindo que puede existir. Puede ser la frase más cliché, pero nada se compara al amor de un hijo.

Outfits: @bryanbo.cl | Accesorios @conbrillojoyas | Zapatos: @tiendavoce.cl 

LA EXPOSICIÓN PÚBLICA DE UN DESEO PROFUNDO

Convertirse en madres fue un camino desafiante para Jimena y Tania, no solo en lo médico y emocional, sino también frente a la opinión pública. Aunque recibieron críticas e incluso insultos, el apoyo fue mayor. “Nos ha sorprendido para bien la reacción de la sociedad”, dice Jimena. Hoy comparten su maternidad con orgullo y desde el amor profundo que sienten por su hijo, Teo.

 ¿Recibieron críticas o juicios al anunciar que serían madres por inseminación?

Tania: ¿Sabes qué? Sí, pero fuimos mucho más apoyadas que criticadas. Aunque las críticas fueron súper crueles. En algún momento me puse a leerlas, cuando estuve en la inseminación número 7. Leía y decía: “¡Guau!, hay cosas muy crueles…” Dentro de esa libertad que siente la gente para opinar, porque Jimena es conocida, recibimos malos comentarios, pero también tuvimos muchísimo apoyo.

Jimena: Siempre va a haber de todo. Por ejemplo, mis redes sociales siempre han sido súper buena onda, aunque he recibido un par de comentarios que te pueden llegar a herir. Pero, quizás por la edad, no sé, he tomado la decisión de hacer caso omiso y que no me afecten. Los leo y me olvido.

Creo que Tania los recibe con más dolor o bronca, pero afortunadamente me lleno de saludos y positivismo en el contacto con la gente. En mis viajes por el país, la gente se acerca y me felicita, me hablan con amor, sobre todo gente adulta, de quienes uno no lo esperaría, quizás, pero me dan mucho cariño. Y sobre los haters, la verdad es que se generan en el Instagram de algún medio que publica una noticia, no en mis redes.

«He recibido un par de comentarios que te pueden llegar a herir. Pero, quizás por la edad, no sé, he tomado la decisión de hacer caso omiso y que no me afecten. Los leo y me olvido».

María Jimena Pereyra

Tania, hace unos meses recibiste un comentario malintencionado en redes

Tania: Sí. Subí una foto amamantando y alguien puso que era pedófila. Pueden escribir que soy fea, pesada, idiota, todo lo que quieran, ¿pero decirme que soy pedófila? Le decía a Jimena: “¡Qué fuerte sentir eso!”, ¿cachai? Desde una mirada de una mamá que ama a su hijo con locura, que alguien tenga esa libertad de poder nombrarlo como si nada… fue terrible. Desde que nació Teo –quizás antes, en el proceso– eran más negativos, pero hoy en día, cuando subimos a Teo, creo no recibo ni un comentario negativo.

Y la gente va a tu propio Instagram a insultarte…

Jimena: No siempre es en nuestras redes, pero sí en las publicaciones de medios recibía esos comentarios negativos como: “Ellas que son lesbianas no merecen ser madres” o “Existe Dios, y Dios dice que una familia es entre un hombre y una mujer”. La verdad es que, como sociedad, aún hay mucho por mejorar. 

Tania: Cuando vamos por la calle, nunca nadie nos ha dicho algo o nos ha hecho sentir mal. Siempre ha sido muy positivo, y en general es gente adulta la que se acerca a decir: “Es precioso tu hijo, Jimena”, “Me encanta su familia”, o “Qué lindo que tenga dos mamás”, y es como ¡guau! Qué mejor que tener dos mamás. Dos personas que te aman tanto.

«Cuando vamos por la calle, nunca nadie nos ha dicho algo o nos ha hecho sentir mal. Siempre ha sido muy positivo, y en general es gente adulta la que se acerca a decir: ‘Es precioso tu hijo, Jimena’, ‘Me encanta su familia’, o ‘Qué lindo que tenga dos mamás'».

Tania García

Jimena, como personaje público, ¿te ha sorprendido esa reacción?

Jimena: Sí, nos ha sorprendido para bien. Por ejemplo, me pasa en los shows que la gente se me acerca y me dice: “Felicitaciones por la hermosa familia que formaron con Tania”. Parece que, como sociedad, hemos avanzado un poco. ¿Cierto Teodoro? Justo llegó –a su lado– (ríe emocionada).

¿Y les han pedido consejos de cómo llevar este proceso?

Tania: Muchas mujeres de muchos lugares del mundo me escriben  para preguntarme el proceso, sobre cómo lo vivimos, y también heterosexuales me cuentan su historia. Me dicen: “Estamos pasando lo mismo, ¿cómo lo hiciste?”. Es súper lindo. De hecho, con muchas mujeres hablo de esto, de nuestro intento, de lo difícil que es, sin importar si eres hetero, bi, sola, mamá, soltera… sin saber que hay detrás, solamente desde cómo nos sentimos como mamás en este proceso que es súper duro. 

ENTRE PAÑALES Y ESCENARIOS

¿Cómo ha sido este primer año de Teo, muy desafiante?

Jimena: Teo nació en invierno, y nosotras vivimos en una parcela, una parcela bien helada, la verdad. Entonces tuvimos que adecuar la casa, calefaccionarla, para que estuviese abrigadito. Y así, viviendo procesos de aprendizaje. Por ejemplo, al principio dormía muy poco de noche, se despierta muchas veces hasta hoy. Pueden ser desafíos agotadores, pero vemos su sonrisa y se nos olvida todo. 

Tania: Lo más hermoso es verlo crecer. Y uno se plantea cosas como: no puedo creer que yo saqué a esta persona desde mi interior, es como armar a alguien. Es súper heavy la naturaleza en ese sentido. Verlo crecer, girar, gatear y cómo avanza es maravilloso. Desde la nada, ir haciendo a un ser tan diminuto, tan pequeño, tan indefenso, es súper lindo. Pero eso también es muy desafiante, porque a esa persona la estás haciendo tú, o sea, requiere de todo tu tiempo.

Hablando de roles, ¿hay una mamá más estricta y una más relajada?

Tania: Yo soy un poco más tajante en las decisiones, como que intento ser más kinesióloga, enseñarle que hable, que camine, y además enseñarle que sea libre. 

Tú eres la de las normas, básicamente. 

Tania: Yo soy la de los límites. A Jimena, Teo se le ríe y la mueve en un segundo. Y me tocó un hijo muy travieso, así que igual hay que poner más límites de los que pensé.

Y Jimena es la mamá divertida…

Jimena: Yo soy la más relajada, soy la que juega con Teo, a veces me equivoco, le enseño cosas que después me arrepiento (ríe). Pero sí, yo soy la parte más cariñosa, divertida, la que juega, la que hace locuras y él se mata de risa conmigo. Tania es la más preocupada, la que pone más límites, ella se preocupa más de la alimentación, por ejemplo, o cuando salimos ella es la encargada de armar el bolsito con todo lo que necesitamos. Yo soy muy dispersa.

¿Ya pueden determinar rasgos de personalidad de cada una en él? 

Tania: Sí, tiene un carácter muy fuerte y es muy parecido a mí. Jimena siempre me dice: “Es tu calco”. Y toda mi familia, con la que ha podido compartir, me dicen: “Tania, estás pagando todas tus culpas porque es igual a ti”.  

Jimena: Sí, Teo tiene su carácter, como Tania. Es inquieto como Tania. Ella entrenó hasta casi una semana antes de parir, estaba levantando pesas, así que Teo es hiperquinético, no para. Tiene una energía impresionante. De mí, yo creo que sacó el ser muy sonriente, muy sociable, le gusta compartir, ama la música, le encanta la música. Sus juguetes favoritos son los pianos, las baterías.

Outfit: @bryanbo.cl | Accesorios @conbrillojoyas | Zapatos: @tiendavoce.cl 

Ya tenemos a tu sucesor entonces…

Jimena: Sí, sí, sí. Y le encanta, porque él tiene sus propias opciones. Le regalé su propio piano pequeñito, y le encanta tocarlo. Pero ve mi piano, el normal, y se enloquece. Me pide “upa upa”, y se pone a tocar ahí.

Hablemos un poco de la cotidianeidad, de la vida siendo madres. ¿Cómo ha sido el reto de equilibrar carrera y pañales?

Jimena: Uf, ha sido difícil, no te puedo decir que no, la vida nos ha cambiado muchísimo. Una no nace sabiendo, y acá estamos aprendiendo a ser mamás, tratando de ser buenas educadoras, de hacer una buena crianza.

Y la relación de pareja, ¿se ve afectada al tener que compatibilizar el rol de esposa con el de mamá?

Jimena: Obvio que ha afectado de alguna manera u otra a la relación. Muchas veces nos vemos sobrepasadas con las demandas de un bebé, pero de alguna forma también nos fortalece. Hay muchas parejas en los dos primeros años del bebé que se separan, pero nosotras vamos bien. Yo me muero sin Tania y sin Teo. Y si hay algún problema, cuando Teo se duerme en la noche, con una copa de vino arreglamos el mundo. 

Se habla mucho de las redes de apoyo cuando hablamos de maternidad, ¿cuentan con esa red?, ¿quiénes la componen?

Tania: Teo es una persona bastante independiente dentro de su añito y consume mucha energía, y la red de apoyo nos ha hecho mucha falta. Y nos damos cuenta porque nos sentimos muy solas. Yo siempre le he dicho a mi familia, que tengo más cerca porque viven en Chile, que no es que quiera que estén con Teo, sino que estén conmigo cuando Jime tenga que viajar, para poder tomarme un mate con alguien, compartir un café y que esté ahí conmigo, apañándome en ese proceso. 

Jimena: Yo creo que esa red es lo que más falta nos hizo y nos hace. Vivimos muy lejos, en una parcela en Curacaví, no es fácil llegar. En mi caso, mi familia es toda de Buenos Aires, por lo que han podido estar muy poco. Mi mamá y mi hermanos vinieron cuando Teito nació, pero es poco tiempo, y tampoco tengo una red de amistades muy fuerte o cerca. Por la parte de Tania, sí tenemos una constante visita de su cuñada y las primitas de Teo que vienen seguido, por ejemplo, cuando a mí me toca viajar fuera, acompañan a Tania. 

Outfits: @rvcouture  | Joyas: @aurusjoyeria

DECISIONES DIFÍCILES, AMOR INCONDICIONAL Y EL PESO DE CRIAR SIN RED DE APOYO

En esta parte de la conversación, Tania comparte cómo fue tomar la decisión sobre el donante, priorizando siempre la salud por sobre la apariencia. Habla con crudeza sobre por qué nunca se sintió preparada para adoptar y cómo la maternidad ha sido tan desafiante como transformadora. Sin una red de apoyo y enfrentando la soledad, ella y Jimena han tenido que reinventarse como pareja, madres y profesionales. Aunque Teo ha traído luz a sus vidas, no se imaginan atravesando este camino por segunda vez.

Y en este proceso de elección, porque entiendo que aquí ustedes debían decidir quién sería la persona seleccionada para completar la inseminación, ¿tomaron la decisión juntas?

Tania: Dependiendo de la clínica, es la opción que tenías. En algunas, tienen opciones con características muy básicas, aunque había otras clínicas donde podías escuchar la voz y avanzar mucho en la información del donante. Me importaban muy poco las características, sino saber información de la salud de ese donante. Entonces, desde ahí yo me guiaba mucho más.

¿Y buscaban rasgos de alguna de ustedes en particular?

Tania: Siempre buscábamos que se pareciera a ella (Jime), porque yo iba a poner mi parte. Entonces, ese era el acuerdo.

¿En algún momento pensaron en la adopción?

Tania: Se habló, lo pensé, pero ¿sabés qué me pasa? Voy a ser súper sincera y quizás súper funable, pero siempre he dicho que soy una persona que piensa mucho las cosas. Y le dije a Jime: “Y si en el peor de los casos, no lo quisiéramos, ¿qué pasa?”. O si ese niño el día de mañana dice: “No quería tener dos mamás”. Siento que no sé si estaba preparada para adoptar. Quizás si me hubiesen dicho: “Tania, tú no puedes ser mamá por esto y esto”, ahí hubiese podido haber visto la posibilidad de poder adoptar, pero siempre quise tenerlo. 

¿Cómo se han organizado ustedes como pareja para equilibrar la maternidad con sus carreras y su relación? Considerando que las dos son profesionales. 

Tania: Uf, tema súper sensible. Tema que hasta el día de hoy (Teo tiene un año y un mes), estamos ajustando día a día, viendo cómo ir llevando esto de la mejor forma, porque no es fácil. Creo que hasta el día de hoy seguimos reajustando, rearmando y entendiendo cómo poder llevar esta dinámica de la mejor forma. 

Tania, ¿cómo fue dejar de lado tu vida profesional y personal para dedicarte por completo a la maternidad?

Tania: Ha sido súper fuerte, un poco desalentador, triste. Porque uno igual se deja 100% de lado, dejé todo de lado. Entonces, hay momentos en que uno se desencuentra con uno mismo. Mi escape en la vida ha sido el deporte y hoy en día es muy difícil hacer deporte. 

Las dos tenemos nuestras carreras, pero yo dejé todo por la maternidad y, sobre todo por lo que te contaba, porque la red de apoyo es cero. Jime hoy en día también ha tenido que dejar muchas cosas para poder ser parte de este proceso con Teo y para estar conmigo, pero estamos ajustando.

Vestidos: @maisonboscan | Joyas: @aurusjoyeria

Sé que el proceso fue súper largo y muy agotador para ambas, pero ¿se proyectan con más hijos en el futuro?, ¿volverían a pasar este mismo proceso? 

Tania: Cero posibilidades. Por todo lo que conlleva y lo que se vivió en este proceso, es como castigarse, ¿no? Porque fue un proceso muy duro, muy feo, muy triste, y hoy en día que nos dimos cuenta, una vez teniendo a Teo, que no tenemos redes de apoyo, sería absurdo traer otro niño al mundo si Teo llena todos nuestros espacios.

Jimena: (ríe) Yo creo que Teito va a ser hijo único y le vamos a dar todo el amor del mundo. Si hubiese llegado antes, cuando recién comenzamos con los tratamientos, quizás hubiésemos optado también por un hermanito, pero siento que ya estoy grande, quizás me costaría más, porque se necesita mucha energía para ser mamás y creo que por ahora solo pensamos en él.

Históricamente, los roles de hombre y mujer han sido súper rígidos en la sociedad, pero ustedes están enfrentando día a día la construcción de nuevos paradigmas, y de alguna u otra forma creando una nueva forma de criar también. ¿Lo ves así? 

Tania: Sí, lo veo así. Jimena quizás puede irse dos días por trabajo, pero no hay roles históricos, acá vamos construyendo cada día esta maternidad. 

Jimena, tú no estás saliendo a diario como cuando conducías programas franjeados, ¿no?

Jimena: Sí, ahora estoy 100% en casa, y mis viajes son esporádicos, no es que deba salir a presentaciones todas las semanas. Hay meses que son más movidos que otros, pero trato de ir y venir en el menor tiempo posible para estar aquí. Hasta diciembre trabajaba en el canal, iba todos los días por la tarde y llegaba de noche. Entonces ahí falté un poquito los primeros meses, pero ahora estoy todo el tiempo aquí, disfrutando a Teo que es maravilloso.

Pero tus presentaciones por Chile habitualmente incluyen quedarse en otras regiones, ¿no?

Jimena: ¡Y no sabes lo que extraño cuando me toca viajar y estar ausente un par de días! Pero el universo ha hecho que todo funcione y que pueda estar. Somos afortunadas de eso, de que tenemos todo el tiempo del mundo para poder dedicarle a Teito. Y tengo una profesión que me ayuda también a poder estar presente, así que también estoy agradecida, sé lo afortunada que soy. 

Hablamos mucho de la romantización de la maternidad, pero imagino que también hay aspectos, como el tiempo, por ejemplo, que se pierden en esta nueva etapa. ¿Lo ves así?

Jimena: Claro que sí, se pierden libertades, por ejemplo, o la oportunidad de hacer cosas como pareja. Ya no tienes tiempos de intimidad, ahora eres madre en todo momento. Lo hemos conversado con Tania: el ser madre te hace perder, incluso, un poco de ser mujer, de ser profesional. Pero todo eso se va recuperando conforme avanza el tiempo. No es negativo, solo es la realidad, y ya habrá tiempo para nosotras como mujeres.

UNA VOZ QUE NO SE APAGA

El 7 de febrero del 2003, María Jimena Pereyra marca un peak de 42 puntos de rating cuando era anunciada como la ganadora de la primera versión del programa Rojo Fama Contrafama, que además de ser lo más visto de la TV chilena por esos días, sería el salto de esta artista para ser conocida -y querida- por el público chileno. Tras este triunfo, vino su primer disco, que rápidamente logró doble disco de platino, y desde ahí la historia es conocida: conducción de programas de TV, varios discos y éxitos, y una eterna gira por los más diversos escenarios chilenos que está muy lejos de terminar. Pero ¿en qué está Jimena, la artista, hoy? Se lo preguntamos…

Han pasado más de 20 años desde Rojo, ¿qué hay de diferente hoy en María Jimena Pereyra, la artista?

Jimena: Uf, yo creo que ha ido madurando, tanto como he ido madurando yo como persona. En mis inicios quería comerme el mundo, ser una cantante reconocida; y con el tiempo me he ido dando cuenta que soy una mujer muy sensible, que necesito mis tiempos, y no sé si hubiera podido sobrevivir a un ritmo de muchos viajes, de solo hacer música. Muchas veces me han preguntado si no me hubiese gustado hacer una carrera más latinoamericana, llenar conciertos, y sí, obvio, me hubiese gustado, pero no sé si hubiese soportado tanta presión. 

Pero siento que jamás has dejado de estar vigente, de recorrer Chile…

Jimena: Yo estoy súper feliz con la carrera que he hecho, no me quejo. Sigo haciendo mis conciertos, sigo haciendo música, hoy día de manera personal produzco mis discos, me doy el gusto de seguir componiendo, haciendo música nueva. Y me siento también muy realizada respecto al cariño que recibo cada vez que me presento en vivo. Estoy en la música desde que tengo 13 años, y aquí me ves ya casi llegando a los 50, y nunca he trabajado en otra cosa que no sea cantar. Así que puedo decir que lo he logrado.

Pero no eres solo música, también construiste una carrera como conductora de televisión…

Jimena: Las comunicaciones llegaron sin querer. Comenzó con un programa pequeñito en TVN, cuando aún estaba en Rojo, que fue el Corre Video con Martín Cárcamo y con Mai Santa María, y así partí. Creo que vieron en mí que tenía pasta para conducir, y le agarré gustito. En diciembre terminó un programa que hice durante 14 años consecutivos junto a Jorge Hevia, trabajando en la señal internacional, y la verdad es que me encanta; me encanta poder entrevistar, estar al frente de un programa, y sobre todo hacer un programa en vivo que hice durante muchos años. 

Vestido: @claudiomansillam | Joyas: @aurusjoyeria  | Zapatos: @tiendavoce.cl 

Siento que hoy estás privilegiando a tu hijo más que el trabajo, ¿no?

Jimena: Sí, bastante. Antes decía que sí a todo, iba a todas, hoy no, hoy priorizo. Me toca decir muchas veces que no a entrevistas, a podcast, pero cuando Teito sea un poquito más grande las cosas cambiarán, me gusta ser parte de la crianza de Teo y no abandonarlos tanto a él y a Tania.

Prioridades…

Jimena: Sí, no me quiero perder de nada. Por ejemplo, en enero pasado estuve muy poquito en casa y fue un mes donde Teo avanzó muchísimo en todo su proceso de empezar a gatear, empezar a balbucear sus primeras cositas, y no estuve tanto. Lo conversamos con Tania, y realmente me convenía trabajar mucho ese verano, pero fue muy sacrificado. Me costó, costó también para Tania. Pero hoy estoy aprendiendo a decir que no a ciertas cosas.  

Háblame de “Te Borré”

Jimena: “Te borré” es parte de una producción que lanzaré ahora. Un disco que produje y que todas las canciones son compuestas por mí. Es muy personal. Es un disco que me gusta y que escucho fuerte en el auto.

En tres palabras ¿Cómo describirías este nuevo álbum? 

Jimena: Profundo, maduro y muy personal. #SARAH

Fotografía: @emeescobar 
Maquillaje: @paularoldan_makeup 
Hairstyle: @danielasalas_hair 
Stylist: @diegoxdiego._ 
Dirección ejecutiva: @luisynilo 
Entrevista: @matiasmorenog

Estudio: @estudiofe

Extensiones: @extensionesrapunzzel