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Soledad Grunert La Evolución Sexual Tiene Olor A Perfume De Mujer

Por @elwndelabarba;

mayo 2019

Ayudando a resolver traumas vio lo más oscuro del alma humana, pero ahí se dio cuenta que los chilenos debemos aprender a gozar. La sexualidad es un barómetro de la sociedad y Soledad realiza una radiografía de cómo estamos.
Subo el ascensor del edificio Atrium en la avenida Juan Cisternas en La Serena, llegó a su consulta y la secretaria me dice que en unos minutos me verá. Me siento, se abre una puerta y sale un hombre de unos 38 años con una mujer. Él le da las gracias y se dan un abrazo fuerte. Ella sigue con una sonrisa, me mira y me dice “dame un minuto para ordenar la consulta y empezamos”.
Soledad Grunert (48), psicóloga de formación comenzó su carrera dedicada a lo más límite que puede vivir un ser humano, ayudando a las personas a resolver traumas y abusos y en ese camino se dio cuenta que independiente de lo duro, en la vida debe haber espacio para el goce personal y en eso el sexo es fundamental, por eso que su trabajo hoy se centra en parejas y y personas que necesitan dar giros en su vida, no solo aprender a sanarse, si no que aprender a vivir una vida plena.



PSICÓLOGA DESDE SIEMPRECon 23 años de carrera se reconoce como “matea”. Ha dedicado su vida a estudiar, su trabajo contempla especializaciones en psicología forense y jurídica, psicotrauma, victimología, terapia familiar y de parejas, sexología, sexualidad y psicoterapia corporal, “me interesa mucho formarme en enfoques y herramientas con sustento neurobiológico y siempre busco lo último que está surgiendo en psicología”.
¿Siempre pensaste en estudiar psicología?Toda mi vida lo supe. A los 13 años ya leía textos de psicología. Creo que tenía que ver con la necesidad de entender lo que me estaba pasando y a quienes me rodeaban Me considero una aprendiz eterna y me apasiona la idea de poder acceder al mundo interno de otros.
Existe un cliché que dice que los psicólogos sirven de “orejas” de los demás ¿eres así?Sí, siempre fui media psicóloga de mis amigas (ríe) era como la mamá de ellas, me gustaba ser la ‘oreja’ y su confidente.
¿Qué es lo mejor de tu trabajo?Lo mejor es la posibilidad de conectar con el alma de otra persona. El sentir que puedes ser un recurso de apoyo o una ayuda para que otros puedan vivir una vida mejor es muy potente. Puedo tener muchas herramientas técnicas y estudios, pero creo que mi principal recurso terapéutico es la capacidad de conectar.
¿Y hay algo malo?Nada. Hay días en que trabajo de las 9 de la mañana, hasta las 10 de la noche y no llego cansada a mi casa, porque disfruto mucho lo que hago, lo amo.


DEL TRAUMA AL GOCESoledad reconoce que le gusta entender al ser humano, por lo que pensó en estudiar criminología, pero la vida la llevó por el otro lado, el de la victimología y el psicotrauma y en eso trabajó durante 15 años en el sistema público. “No lo busqué, creo que se fue dando”, indica. Así trabajó con lo más duro y oscuro que puede vivir un ser humano y se encontró con los dolores más desgarradores, pero “ahí también vi lo más luminoso, porque en circunstancias así de extremas y límites, finalmente las personas tienen necesariamente que despertar recursos resilientes. Te enfrentas a esa sorprendente dualidad del ser humano”.
¿Y después de todo ese camino, cómo llegas a la sexología?Fue algo super natural. Luego de trabajar con trauma durante tanto tiempo, te das cuenta que para poder vivir una vida plena necesitas desarrollar herramientas para el bienestar y una dimensión esencial es el goce y el placer. Por necesidad terminé formándome y especializándome, pero también me empezó a cautivar esta otra cara de la vida, porque la ausencia de dolor no implica necesariamente una vida plena y gozosa. La ausencia de dolor también puede traducirse en una vida plana y vacía.
¿Desde esa área se generan cambios grandes?Cuando se trabaja con el mundo sexual, con la vivencia y la experiencia sexual de otro, no solo estás trabajando lo que esa persona hace en la cama, estás interviniendo cómo se relaciona consigo misma, con su cuerpo, con sus límites, con la capacidad de soltar y de anclar, con la capacidad de gozar en la vida, de vibrar y de resonar. Lo sexual tiene impacto en todas las áreas de la vida, tiene una potencia transformadora y eso es fascinante.



SEXO CON O SIN AMORLa especialista nos indica que la sexualidad sirve como barómetro de la sociedad. Desde ahí surge obviamente la pregunta sobre cómo está la vida sexual de los chilenos“Estamos distintos, hemos cambiado”, señala al instante Soledad y agrega que “la sociedad ha evolucionado muchísimo, pero no sé si en un sentido que es el más saludable”.
¿Cómo es eso?Es que se instaló una falsa “libertad”. Todos quieren conectarse con su cuerpo y con el placer. En la sexualidad tienes el permiso para ser egoísta, pero hemos perdido la capacidad de conectar emocionalmente con el otro. Lo erótico es una experiencia relacional. El empoderamiento desde el discurso femenino, que me parece genial, ha venido a redefinir los roles y las posiciones de la mujer en la relación de pareja, pero el hombre hoy no sabe qué lugar ocupar, ni cómo responder a las demandas de la mujer de hoy. De esta forma surgen nuevas problemáticas. Y sí, hoy las mujeres somos mucho más libres para vivir nuestra sexualidad, pero no sé si esa sexualidad es realmente placentera o si eso nos está haciendo plenas y felices.
¿Esta apertura va de la mano con la evolución en el rol de la mujer en la sociedad?En la medida en que la mujer ha podido ir sacando la voz tanto en lo público, como en lo privado, esto ha remecido las estructuras y sobre todo a las parejas y lo que pasa entre ellas. Todo lo que ha cambiado para las mujeres ha modificado las dinámicas y ha obligado a los hombres a resituarse en un nuevo modelo de relación en donde la mujer está mucho más consciente de sus necesidades.
¿Hay amor en la sexualidad de los y las chilenos?Estamos viviendo en una era que tiende a sobrevalorar mucho la “excitabilidad”, el placer desechable y lo espontáneo, pero creo que eso atenta contra la calidad de los vínculos y del amor. Hoy día se le llama amor a un sinfín de experiencias que distan mucho de serlo.



FLORECER DESPUÉS DE LOS 40Soledad llegó recién titulada desde Santiago a la Región de Coquimbo, ya que se casó con un coquimbano. Actualmente está en pareja en segundas nupcias, se declara profundamente enamorada y ha formado una gran familia ensamblada con 5 hijos, 3 de ella y 2 de él.Junto a toda su formación, a los 40 años inició un camino espiritual más profundo, con estudios en budismo y meditación. Se define como una mujer feminista, plena, agradecida y consciente de que lo vincular es su principal recurso, “creo que ahí está nuestro mayor capital transformador femenino, tenemos el don de humanizar espacios y conectar en un plano mucho más sutil”. Agrega que de niña fue muy tímida, acomplejada e introvertida, creo que por eso me refugié en la psicología, para tratar de entender al mundo que me rodeaba”.
¿Y qué pasó después?Florecí en la vida ya de adulta. Si tuviera que elegir una época de mi vida sería ahora. Creo que a partir de los 40 años me liberé absolutamente de todos los complejos e inseguridades que cargué por años, como tantas mujeres en una sociedad que nos impone desde pequeñas una serie de exigencias agobiantes”.


LA TRISTE SALUD MENTAL DE CHILESoledad es muy crítica a la hora de hablar sobre la salud mental en Chile, señala que es “algo muy triste y alarmante”.
¿La salud mental está botada?Absolutamente, no se le ha dado nunca prioridad. Tenemos índices graves en muchísimas problemáticas, como la depresión y es alarmante, Trabajé para el sistema de salud y el Ministerio de Justicia y el problema es que todas las iniciativas están desarticuladas y los recursos se diluyen. No hay conciencia de la necesidad de invertir en salud mental. Pero tampoco existe consciencia de parte de la gente que sigue recurriendo compulsivamente a la evasión y a la anestesia emocional.
¿Pasa lo mismo con la educación sexual?Es horrible. Sigue siendo “biología”, está centrada en el miedo y no se educa integralmente. La gran fuente de educación sexual de nuestros niños y adolescentes hoy en día es la pornografía. Están iniciándose cada vez más precozmente y teniendo prácticas sexuales irresponsables y con nula consciencia de riesgo. No hay un acercamiento al mundo real de los adolescentes para entender las necesidades que los están moviendo.
Soledad plantea que una educación sexual de calidad no puede desligarse de la educación emocional, que también es un aspecto peligrosamente abandonado por las autoridades. Por ello, habla con entusiasmo de ‘Relaciones Inteligentes’ un proyecto de envergadura nacional al que fue invitada a participar junto a un equipo de profesionales especialistas, cuyo propósito es introducir la educación emocional en el curriculum escolar para que sea ley, “no puedo creer que llenemos a los niños de contenidos innecesarios para la vida, mientras no saben qué hacer cuando se enojan, sienten tristeza o se inundan de ansiedad”, remarca enérgica.
Por: @elwndelabarba; Foto: @daniel_esquiveles; Hairstyle y maquillaje: @makeupwomanchile; Outfit y accesorios: @diazmujer


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