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Bad Sisters: Imponiendo Arte En El Diseño Nacional

Por Por: @ahorapinto/@camiiespinola

agosto 2019

Con arriesgados diseños dibujados y pintados manualmente, las prendas de esta marca chilena son únicas y realmente sorprendentes. Fueron parte de la semana de la moda en Nueva York en el 2018, revolucionando con su creatividad y arte el espacio.

La prolijidad y dedicación en la confección de cada uno de sus originales diseños es el sello diferenciador de Bad Sisters, una marca de vestuario “made in Chile” que destaca por crear verdaderas obras de arte en telas pintadas 100 % a mano.

Y es que, con más de 10 años de trayectoria y una exitosa participación en las pasarelas del New York Fashion Week (2018), la marca ha dado que hablar en el mundo de la moda nacional. Sus jugadas creaciones en seda y otras telas reflejan un proceso arduo de aprendizaje y exploración de estilos, que hoy no solo se traduce en la calidad de sus trabajos, sino también en la originalidad y carácter que se le entrega a cada colección. 

LA FAMILIA BAD SISTERS

Stephanie y Melissa Byrt son hermanas y a la vez las mentes creativas detrás de Bad Sisters. La aventura de la marca se inicia en Santiago hace más de una década, cuando por hobby y como una forma de generar ingresos extra, empezaron a comprar ropa usada e intervenirla. Hoy, y después de explorar diversas formas de diseño, estampados y formatos, alcanzan fama en el territorio nacional e internacional.

¿Cómo surge Bad Sisters? 

Melissa: Teníamos las ganas de confeccionar ropa, porque de pequeñas siempre hemos estado muy ligadas al arte y las manualidades. Somos de Puerto Varas, pero estudiamos Diseño Gráfico en Santiago. Fue ahí cuando con mi hermana pensamos en que podíamos convertirnos en un referente de la moda, un área que siempre nos gustó. Así empezamos a comprar ropa usada para enchularla y venderla a nuestros amigos. 

Fue todo un acierto, ¿no?

Nos empezó a ir tan bien con lo que estábamos vendiendo que le quisimos poner un nombre a la marca. Nos juntamos con mi cuñado y él nos propuso el nombre Bad Sisters, ya que toda la ropa que comprábamos la enchulábamos con una onda muy rockera, con mucha tacha y cadenas.

Pero el real salto de la marca familiar vino cuando surgió la idea de confeccionar telas con estampados propios, un proceso que no fue fácil en un comienzo debido a la falta de recursos. Como estudié Diseño Gráfico, empezamos a hacer composiciones. En un principio contratamos a un tatuador con quien hacíamos dibujos y estampábamos con una plancha pequeña, que era menos de 30 por 30; vimos que con ese formato podíamos generar estampados en bikinis, ¡era para lo que nos alcanzaba en esos momentos! (ríe).

Actualmente, ¿quién forma parte de Bad Sisters?

Mi hermana y yo somos las caras visibles y está mi hija y mi mamá que se integró hace dos años y medio. Ella es pintora, por lo que se encarga de confeccionar los diseños a mano, y es una súper buena compañera. 

Todas nosotras de chicas pintamos, es una familia de puras mujeres, y tenemos manos para eso, por lo mismo comenzamos a dibujar y a hacer nuestras propias telas. Después conseguimos planchas más grandes, empezamos a hacer telas ya en metros. También iniciamos un trabajo con otro tipo de prendas y agarramos vuelo. Fue una larga búsqueda y evolución hasta llegar a estampar. 

¿Crees que empezar a utilizar seda marca el despegue de todas estas invitaciones que están recibiendo?

Sí, cuando empezamos a estampar seda y otras telas. Con mi hermana teníamos trabajos aparte, nosotras siempre vimos Bad Sisters como un hobby, hacíamos desfiles súper entretenidos en donde vendíamos harto, pero era un pasatiempo. Ambas éramos diseñadoras gráficas, decoradoras y trabajábamos para eventos, sin embargo, hace tres años, cuando comenzamos con la seda, decidimos dejar nuestros trabajos de lado y enfocarnos en la marca.

Hablemos de tu público, porque la seda primero es un material noble cuando se habla de telas, pero también no puede ser usada por cualquier mujer, además su costo es elevado. Hoy en día ¿a quiénes están dirigidos sus diseños? 

La verdad que nosotras pensamos en un público muy acotado en la seda.

¿Y en general?

Mujeres desde los 25 hasta los 50 años, ese es el público objetivo. Siempre hemos trabajado con tallas S, M, L, pero aparte hacemos trabajos a pedido y a medida. Últimamente hemos confeccionado muchas tallas grandes y me ha impresionado cómo la mujer chilena ha cambiado su percepción de cómo lucir las prendas, qué ponerse o qué le queda mejor. Tenemos clientes que son talla XXL y aman ponerse flores y animal print, eso me da a entender que la sociedad chilena está ampliando un poco más sus gustos y saliendo de lo común.

Y a través de internet, ¿también se puede comprar?

Sí, a través de Instagram vendemos mucho. 

BRILLANDO EN LAS PASARELAS DE NUEVA YORK

Más de 40 outfits inspirados en el universo, decorados con planetas, lunas, estrellas y soles dieron vida a “Eclipse”, la cuarta colección de Bad Sisters y la propuesta con la que la marca aterrizó por primera vez en las pasarelas del New York Fashion Week.  

Se trató de un conjunto de prendas de sedas multicolores, donde los protagonistas fueron los vestidos largos, conjuntos de blazer y shorts, además de los pantalones y las capas. Sin duda, una propuesta osada que revolucionó e impactó a los asistentes, ganándose los aplausos y elogios de los mayores arquitectos de la moda actual.

¿Cómo recibieron la invitación al Fashion Week?, un hito importante que sin duda marca una diferencia entre ustedes y los demás diseñadores nacionales. ¿Es un reconocimiento al trabajo que vienen realizando hace mucho?

Sí, totalmente, fue un reconocimiento al esfuerzo, a los años de trabajo y a nuestra evolución. Que nos hayan llamado fue demasiado, todavía me cuesta creerlo porque nos habían contactado en el 2017, pero no fuimos porque en general en los fashion week hay que pagar para participar y los paquetes son muy altos.

En ese momento andábamos con mucha pega y la rechazamos, después nos volvieron a escribir porque les encantó nuestra ropa y querían tenernos, pero también no estábamos en el minuto correcto. En ese sentido las colecciones son muy atemporales, nosotras no vamos al mismo ritmo de los diseñadores, porque el proceso es un poquito más complejo y largo por la tela. Volvimos a rechazarlo y ya para el 2018, tras un tercer llamado, decidimos ir.

¿Algo así como la tercera es la vencida?

Sí (ríe). Le enviaron un WhatsApp a mi hermana. Yo estaba en mi casa y ella me manda un mensaje y me dice que nos habían invitado y que le daba vergüenza volver a rechazarlo. Le hice ver que no podíamos viajar porque era mucha la inversión. Fue entonces cuando la persona que la contactó le escribe que esta iba a ser nuestra única oportunidad en la vida y  que nos invitaban con todo; obvio que muy emocionadas aceptamos, ¡fue increíble! Incluyeron el paquete gratis que contempló modelos, maquilladoras, catering y todo lo relacionado con el show.

¿Valió la pena ir?, ¿en qué se traduce el beneficio?

Valió la pena porque conocimos a mucha gente, diseñadores con los que desfilamos; todos de distintos países, y que conocieron nuestra marca. Nos llamaron mucho de revistas, salimos en muchos medios de prensa, fue muy bueno y la recepción de la gente fue increíble. Además, posterior al desfile nos llegaron muchas ofertas buenas.  

¿Vale la pena ser diseñadora en Chile o aún cuesta mucho?

Sí, lo bueno de Chile es que hay lugares para sobresalir, porque si bien hay muchos diseñadores, no hay tantos destacados, por lo que existe esa oportunidad para explotar todavía.

¿Tienen algún proyecto futuro?

Aparte de la tienda, hemos hecho workshops. Nosotras aprendimos solas, así que lo que hacemos es enseñarles a las personas a hacer sus propias telas, así ayudamos a impulsar a nuevos diseñadores a seguir adelante.

Por: @ahorapinto/@camiiespinola

Fotografía: @danielesquiveles

Outfits & Styling: @bad_sisters

MUA & Hairstyle: @makeupwomanchile

Locación: @renaissancesantiagohotel

Dirección: @luisynilo