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Galgos, velocidad robada

Por @elialbasetti

junio 2025

Hoy les quiero hablar de Sarita, una galga que fue abandonada en Machigüe, sin poder caminar, debajo de un árbol. Sus heridas estaban tan infectadas que ya estaba siendo devorada por gusanos. ¿Crudo, verdad? Pero esa es la suerte que corren muchos perros galgos en Chile y el mundo: perseguidos, descartados y explotados en el nombre del “deporte” y la tradición.

Si hacemos una mirada global, cada vez son más los países dicen “basta” al abuso contra los perros galgos. Y las razones son muchas, pero se pueden resumir en una sola palabra: maltrato. Las carreras de perros constituyen un acto de violencia claro y sistemático. 

En la última discusión en el Congreso, se intentó aprobar una ley para regular esta práctica. Escuchamos varios parlamentarios decir que el mundo estaba optando por regular las carreras. Pero aquí quiero mostrarte las últimas noticias al respecto:

Nueva Zelanda: En diciembre de 2024, el gobierno neozelandés anunció la prohibición total de las carreras de galgos, medida que entrará en vigor en 2026. Esta decisión se basó en las altas tasas de lesiones y muertes entre los perros de competición. Se estima que unos 2.900 galgos serán reubicados durante el periodo de transición de 20 meses.

Gales: El gobierno galés también anunció recientemente la prohibición de las carreras de galgos, buscando implementarla “tan pronto como sea prácticamente posible”. La medida surge por preocupación en el bienestar animal, y fue respaldada por una petición firmada por más de 35.000 personas. 

¿Qué pasa en Chile? Por suerte para nuestros amados flacos, la ley que pretendía regular estas prácticas no prosperó.

Una vez más, me calzo los zapatos (sintéticos, obvio) y escribo desde la empatía. Porque la verdadera elegancia está en abrir los ojos y actuar. Y si hablamos de actuar, es imposible para mí no mencionar a Luis Galgo, quien rescata, investiga y expone con pruebas la crudeza de estas carreras. Su trabajo es indispensable. 

Volvamos a la historia de Sarita. Claramente fue abandonada para que muriera sola. Hoy sigue en rehabilitación, y esperamos de corazón que pueda tener una linda vida, feliz y en libertad. Una vida en la que, si quiere correr, sea por juego. Porque ella quiere.

Los casos que este rescatista ha sacado adelante son muchísimos. Y esperamos que este mensaje llegue al fondo del alma de muchos, para incentivar no solo el fin de esta cruel actividad, sino también la adopción de los tantos galgos que hoy están sin hogar, o que ni siquiera han sido rescatados aún. 

¿Por qué el Parlamento aún no refleja el sentir de tantas personas que no queremos más crueldad? ¿Por qué se siguen permitiendo actividades que implican sufrimiento animal? Los casos de galgos explotados y luego abandonados a su suerte son cientos, cada uno más crudo que el otro.

Muchas veces pareciera que los votos mandan por sobre la empatía, el respeto por la vida y el deseo de construir una sociedad que pueda coexistir con los animales, utilizando nuestra inteligencia y capacidades no para dominar, sino para cuidar, proteger y preservar. 

No podemos seguir normalizando lo que sabemos que está mal. No necesitamos ser expertos para reconocer el sufrimiento. Si te duele imaginarlo, es porque no debería estar ocurriendo.

Infórmate. Comparte. Habla del tema. Apoya a quienes rescatan. Exige leyes que prohíban. Adopta, no compres. Y, sobre todo, no mires para otro lado. Porque mientras algunos siguen apostando, otros, como Sarita, están luchando por su vida. Que no sea en vano

Los quiero y muchas gracias por leerme. #SARAH