Américo sorprendió al sincerarse como pocas veces sobre su vida privada durante su participación en el pódcast “Nada que perder”, conducido por Roberto Cox. Allí, el artista nacional habló abiertamente sobre su relación con la actriz y comediante Yamila Reyna, una historia de amor que, según confesó, nació de manera inesperada y se fue construyendo paso a paso.

El intérprete de “Te vas” comenzó recordando su paso por la Gala del Festival de Viña del Mar 2025, donde ambos desfilaron juntos por la alfombra roja. “Fue como la presentación en sociedad”, comentó. 

Recordemos que esa noche marcó el debut oficial de la pareja ante los ojos del público y la prensa. “Lo pasamos bien, la preparación… salimos bastante tímidos”, añadió entre risas.

Aunque para muchos fue una sorpresa, Américo dejó claro que la relación no fue algo planificado. 

“No figuraba en los planes de Yamila en ninguna parte y seguramente ella tampoco en los míos, pero sí muchas veces habíamos conversado, compartido. Fue algo casual”, relató, detallando que la conexión comenzó a consolidarse entre octubre y noviembre del año pasado.

Con humor y sencillez, describió los primeros pasos de la conquista: “Pasó el tiempo de salir, conquista, comida, ropa impecable, lavar el auto, me bañé yo”.

También recordó su primera cita: “Fue en un lugar muy rico, fuimos a comer algo, muy tranquilo. Aparte que no pasó nada, costó”.

Uno de los momentos más emotivos de la conversación fue cuando reveló una conexión muy especial con el fallecido padre de Yamila, el famoso cantante argentino Sebastián, conocido como “el monstruo cordobés”. 

“De niño, con 13 años, grabé canciones de su padre. Grabé una que era mi favorita, que se llamaba Chiquilina. Me dijo ‘esa mi papá me la hizo a mí’. Yo no sabía”, recordó emocionado.

Con cercanía y transparencia, Américo dejó ver una faceta poco conocida de su vida, mostrando que su vínculo con Yamila Reyna va más allá del espectáculo, y se construye sobre la complicidad, la risa y las coincidencias del destino. #SARAH