Este 15 de noviembre, Britney Spears ha dejado atrás uno de los capítulos más largos de su vida: el pago de la manutención de sus hijos, Jayden James y Sean Preston. Esta jornada marca el día en que la princesa del pop hará su último depósito, cerrando así un acuerdo que ha estado vigente desde su divorcio con Kevin Federline hace más de una década.
Según se ha sabido, Britney estuvo pagando $40,000 mensuales desde 2018, una cifra que se redujo a $20,000 recientemente, luego de que Sean Preston cumpliera 18 años. Su último pago, de $10,000, corresponde al apoyo para Jayden, quien también ya alcanzó la mayoría de edad y está por terminar la secundaria.
UN RESPIRO DESPUÉS DE AÑOS DE LUCHA
El acuerdo original de custodia establecía que ambos padres compartirían el cuidado de los chicos. Sin embargo, en la práctica, Kevin tuvo la custodia total, y eso llevó a que las cifras de manutención aumentaran con los años. Todo esto cambió recientemente, cuando Britney logró reducir los pagos gracias a las negociaciones entre su abogada, Laura Wasser, y el representante legal de Kevin Federline.
Con este último pago, Britney no solo se despide de un compromiso económico, sino que abre la posibilidad de reconectar con sus hijos ahora que son adultos. Esto porque la relación familiar también parece estar entrando en un nuevo capítulo.
Jayden, quien hasta hace poco vivía en Hawái con su padre, ha vuelto a California y, según fuentes cercanas que hablaron con TMZ, ya ha visto a su mamá en algunas ocasiones. Esto es un gran avance, considerando que los hijos de Britney han estado alejados de ella por años. #SARAH