Con su habitual franqueza, Lily Allen volvió a desafiar los tabúes sociales al referirse abiertamente a los abortos que ha tenido a lo largo de su vida.
Durante el episodio del 1 de julio de su pódcast Miss Me?, la cantante británica de 40 años confesó que ha pasado por múltiples interrupciones voluntarias del embarazo, aunque no recuerda exactamente cuántas.
“Abortos, he tenido algunos, pero para ser honesta, no recuerdo exactamente cuántos… quiero decir, tal vez como cuatro o cinco”, dijo entre risas, en una conversación íntima con su amiga y coanfitriona de podcast Miquita Oliver.
Allen explicó que antes de usar un dispositivo intrauterino (DIU), se embarazaba “todo el tiempo”, lo que convirtió su vida reproductiva, en sus palabras, en “un desastre total”. Su reflexión, lejos de ser una simple anécdota, apuntó a abrir un espacio de conversación sincera sobre un tema que sigue rodeado de estigmas, especialmente cuando no hay “razones extraordinarias” para justificar una decisión.
La charla entre ambas mujeres —quienes admitieron haber tenido un número similar de abortos— puso sobre la mesa la presión social que pesa sobre quienes interrumpen un embarazo, y cómo esa presión exige siempre una narrativa de sufrimiento extremo para ser socialmente aceptada.
Allen fue tajante al respecto: “Decir simplemente ‘no quiero tener un bebé ahora’ debería ser razón suficiente”.
Durante el episodio, la intérprete de Smile compartió una historia que evidencia cómo ha cambiado su forma de ver esas experiencias. “Recuerdo una vez que me embaracé y el hombre pagó por el aborto. En ese momento pensé que era algo tan romántico. Hoy ya no lo veo así. Ese hombre ni siquiera me volvió a escribir”.
Allen, madre de dos hijas y reconocida por su activismo en temas de salud mental y derechos reproductivos, ya había abordado estos temas anteriormente, como cuando protestó junto a Olivia Rodrigo en Glastonbury en 2022 tras la anulación del fallo Roe v. Wade en Estados Unidos.Sus recientes declaraciones vuelven a posicionarla como una voz relevante en las conversaciones sobre autonomía corporal. “Estamos aquí, diciéndolo en voz alta, y eso ya es una victoria”, concluyó Allen. #SARAH
