De cabellera rubia, casi un metro setenta y cinco, una sonrisa de oreja a oreja y una energía que transmite templanza, así es la mujer que me esperaba en un conocido café de Providencia al que acudí con la emoción de saber qué se siente el venir saliendo de un reality show muy exitoso, pero sobre todo quería conocerla a ella, sin títulos, sin rating. “La vida es preciosa, está llena de flores, de primaveras y de romance. Es hermosa y estoy enamorada de la vida”, así define su momento actual esta mujer de 35 años, que alcanzó la fama de un día a otro gracias a su participación en el reality show “Gran Hermano Chile”.

Trinidad Cerda llegó a las oficinas de Chilevisión por un llamado, hizo una prueba de cámara y quedó seleccionada para ser parte del reconocido reality show internacional, un desafío nuevo, una experiencia que cambiaría su vida en 180 grados.

Su historia personal ha estado marcada por los cambios, por la resiliencia y por el conocimiento y aceptación personal. Trini no nació siendo una mujer biológica, pero sí lo era a nivel mental. “Desde pequeña siempre me sentí niña”; sin embargo, las ganas de cambiar su sexo nacieron cuando comenzó a “tener uso de razón, dándome cuenta de quién realmente era”, recuerda.

¿Cómo viviste tu infancia enfrentando tu propia realidad interna?

De la mejor forma, siendo súper positiva siempre de niña, de adolescente, llevándome bien con mis compañeras, con mis compañeros, intentando encajar. Siempre fui igual. Siempre tuve esta actitud como muy positiva, toda mi vida la he tenido, como de llegar a encantar, de alguna manera, ser parte.

Al pasar el tiempo, Trini comenzó a plantearse la idea de una reasignación de género, proceso que fue complejo, pero que se enfocó en el fluir, en una conversación interna, con amigos y familia. “Tenía que estar segura del proceso que iba a vivir, ser consciente también de que era un cambio súper importante, pero más que un cambio era una necesidad de vida”, recuerda. 

Y esas conversaciones internas ¿de qué se trataban, qué te decías a ti misma?

En el fondo es como cuando tienes una decisión muy fuerte que tomar, que no es ni es ni laboral ni sentimental, sino que es algo que te va a cambiar la vida. Y más que cambiar la vida es como una necesidad. Mi conversación era como “necesito hacerlo, no hay escapatoria; o es esto o no quiero vivir”.

LA OSCURIDAD DE TRINI CERDA

Cuando era solo una adolescente, Trini vivió uno de los momentos más oscuros de su vida: un abuso cometido por un miembro de su familia. “Yo creo que el proceso que viví después de lo que pasé cuando niña o adolescente no influyó mucho en esto. Una vez me preguntaron si esto había afectado mi transición, la respuesta es no. Soy muy consciente de que antes de que haya pasado todo esto, yo ya me sentía Trini, ya me sentía una niña, pero sí sé lo que yo viví y son hechos que nadie me va a borrar de la cabeza ni del corazón”.

¿Cómo lo viviste?

Me generó un dolor colateral. Es decir, inseguridad con mi sexualidad, con mi cuerpo, con el poder entregarme a un hombre. Fueron años de poder trabajar, años de terapia y recién en pandemia pude tomar una terapia psicológica mucho más profunda que me hizo volver al pasado y poder aceptar todo lo que yo viví. Poder decir “bueno, esto también es parte mía y tengo que llevarlo conmigo también. No lo voy a poder soltar nunca”, porque algo que yo viví, no puedo borrarlo de mi cabeza, no lo puedo sacar. Son momentos oscuros de mi infancia, momentos oscuros de adolescencia que quisiera poder borrar, pero no puedo.

¿Lo conversaste con tu familia?

No, nunca.

¿Nunca, nunca? ¿Hasta el día de hoy?

Es difícil sentarme con mi familia a la mesa y conversarlo, porque también genera un montón de dolor. Entiendo que son cosas que pasaron en la oscuridad. Mis papás quisieron conversarlo y enfrentarlo y poder estar conmigo para darme el apoyo, pero aparte de ellos, hay personas que prefieren dejar todo en la oscuridad, no ponerlo sobre la mesa. Eso me genera un dolor, pero he tenido que soltar. Yo ya sé que pasó, yo ya lo conté. No puedo esperar nada de nadie ahora.

¿UNA VIDA DE PRIVILEGIOS?

“Cuica” o “privilegiada” son solo algunos de los calificativos con que las redes sociales han catalogado a Trini, pero ella dice estar muy lejos de una vida o una historia privilegiada: “Nunca tuve privilegios. Mi familia es una familia que no tiene muchos recursos como para decir ‘Trini, quieres ir a cenar, a gastar la plata’. Yo tuve que tocar muchas puertas, tuve que juntar plata, ahorrar. Tuve que trabajar muchos años”. 

Pero… se dice mucho que tienes una vida privilegiada.

Mi familia nunca ha tenido privilegios. Mi papá nos llevaba al Persa Bío Bío a comprarnos la ropa para la graduación o un jeans. No vengo de una familia que te diga que el domingo nos vamos a almorzar a un restaurante rico. El domingo almorzamos donde mi papá, un asadito. Y siempre ha sido igual y lo disfruto así. Cuando éramos niñas ir al cine y poder almorzar en el KFC, por ejemplo, era el privilegio más lindo y teníamos que esperar para que pasara una vez al mes.

¿Cuáles fueron esos trabajos que te ayudaron a poder cumplir este sueño?

Siempre trabajé, desde muy chica, era mesera en el día, después era barwoman en la noche; los sábados animaba cumpleaños, los domingos hacía un evento y cobraba. En la semana volvía a ser mesera e iba juntando y ahorrando de todas las maneras que podía. Cuando tomé la decisión (de la operación de reasignación de género) hice un show yo sola, me las di de Beyoncé y llené todo un teatro, llegó mucha gente, pagaron la entrada, compraron cosas, hicimos una rifa. Yo no tengo privilegios, no los tengo.

CAMBIAR PARA SER REALMENTE ELLA

Hace 10 años, y con varias rifas y ahorros, Trini dio ese salto para el que esperó mucho. “Sentí finalmente que estaba todo bien, estaba todo correcto y todo en su lugar, que tenía aquí mi cuerpo. Me sentí muy femenina y me sentí muy delicada, muy sutil. Fue sencillo”, dice sobre la primera vez que se miró en un espejo luego de someterse a la cirugía de reasignación de género. 

¿Cómo ha cambiado la Trini durante estos diez años?

Ha sido una montaña rusa. Pasé de ser una actriz feliz en obras de teatro, moviéndome en el ambiente, a ser una surfista hippie viviendo en Brasil, enamorándome de todos los gringos, pinchando con mil gallos. Después casi me caso, me iba a casar con un francés.

Nos conocimos en Pipa, empezamos a pololear, después nos vinimos a Santiago, nos quedamos en The Singular, en Lastarria. Después él se fue, nos volvimos a juntar, él me pidió matrimonio, le dije que sí y después por un tema de relación a distancia decidimos terminar. 

¿Cómo fue tu primera vez con este cuerpo que tanto anhelaste?

Siempre existió el miedo a la primera vez porque sentía que no iba a funcionar, que me iba a sentir mal, pero esperé, fui súper cautelosa. Cuando conocí a alguien y empecé a salir con esa persona, me sentí como niña de 15 años, y bueno, le expliqué la situación, que era mi primera vez. Fue hace muchos años. Creo que fue una de las noches más excitantes de mi vida, fue maravilloso, fue como explotar, realmente sentí mi sexualidad al 100 %. Fue maravilloso, fue un regalo y creo que después de eso ya dije, “soy yo”.

¿Hoy eres plena, en la vida en general y en la vida sexual?

Hoy tengo una sexualidad súper natural, una sexualidad muy bonita que era lo que yo quería cuando tomé la decisión de reasignar mi género. Fue lo primero que pensé, me tengo que operar, tengo que tener mi cuerpo. En el fondo este cambio hizo que todo mi cuerpo se uniera.

No tengo las pechugas gigantes, no tengo la cintura ideal, y me da lo mismo. Todas las mujeres somos diferentes, pero hoy me siento una mujer. Cuando tengo sexo con un hombre es la misma sexualidad que tienen mis amigas; mis orgasmos son los mismos que tienen mis amigas.

24 HORAS EN CÁMARA

Para muchos entrar a un reality show puede ser un sueño, pero para Trini no lo era. Sin embargo, por cosas de la vida terminó ingresando a “Gran Hermano Chile”, donde su historia daría nuevamente un giro. Sin querer queriendo, la hasta ese entonces tripulante de cabina llegó a las instalaciones de Chilevisión para hacer una prueba de cámara a la que la habían llamado, sin siquiera saber de qué se trataba. Poco tiempo después se entera que sería una de las 18 personas que serían parte del reality show más famoso del mundo. “Siempre fue un fetiche ver los reality shows desde mi casa, pero nunca pensé estar en uno, nunca pensé que iba a estar, que iba a pasar. No era mi sueño”, asegura.

¿Te costó dar el sí para ingresar al reality?

Fue una de las decisiones más fuertes que he tomado en mi vida. Yo estaba muy feliz trabajando en el avión. Recién había tenido un cambio en mi trabajo y estaba muy bien encaminada profesionalmente. Había tenido una carrera de varios años y estaba muy feliz. Y de pronto sale esto… no sabía muy bien qué hacer.

¿Cuál era tu objetivo dentro del reality? ¿Unir corazones? 

Mi objetivo dentro del reality era entregar esperanza a las personas (ríe), ir con un propósito, poder cambiar alguna vida y poder usarlo como trampolín también para mi vida profesional artística.

Uno de los miedos más grandes de Trini al ingresar a “Gran Hermano” era su otro trabajo en el que se había desempeñado por varios años. La actriz de 35 años se desempeñaba como asistente de cabina en una reconocida aerolínea, sin embargo, decidió dejarlo atrás para despegar en esta nueva aventura. 

¿Cómo fueron esos primeros días de encierro?

Traté de tomármelo lo más ligero posible y lo más normal. Estaba encerrada. Traté de tomármelo de la forma más tranquila. Hacía el aseo, el baño, me relacionaba un poquito con mis compañeros. Al principio, no mucho, pero estaba muy tranquila. Nunca tuve ganas de sobresalir ni de gritar sobre los demás, ni de ser alguien que no era. Mi personalidad es así, yo soy tranquila, soy un poco más tímida que el resto y fui como soy siempre, sobre todo si estaba en un lugar donde las personalidades son muy fuertes y donde las personas tratan de destacar mucho.

¿Cómo sentías que te percibía el público?

Yo sentía que le estaba cayendo bien a las personas, que me tenían cariño y que estaba siendo lo más real y honesta posible. Estaba tratando de conocer a las personas, intentando observar, pero yo soy muy retraída. Vivo cayéndome, soy muy torpe, soy muy confiada también en las personas, entonces por ahí empezaron a hacerse una idea de quién era yo y a disfrutar un poco conmigo. Pero todo empezó a cambiar con la pelea con Constanza y por cómo yo empecé a votar por ella, por cómo me empecé a sentir incómoda con los conflictos que tuve.

Antes de llegar al polémico conflicto… ¿por qué se dio tu acercamiento con Constanza Capelli y Pincoya?

Empecé a juntarme mucho con la Coni al principio porque sentí que teníamos cosas en común. Empezamos a apoyarnos una a la otra porque sentíamos que los demás estaban en una sola tecla y nosotras dos quizás nos podíamos entender un poco más, sobre todo la primera y segunda semana que nos dimos mucho apoyo. Y con la Pincoya empecé a sentir un cariño a partir del final de la primera semana; yo comencé a acercarme mucho a ella de manera muy cariñosa. Ambas nos entregamos mucho cariño.

Trini, en medio de los momentos más difíciles quizás de tu encierro, hubo un comentario que hizo Jorge a sus demás compañeros que desató una ola de críticas hacia él y un apoyo tremendo de la gente contigo. Te lo leeré textual para que me digas como lo sentiste en ese momento: “No me molesten con la Trini, porque a veces me deslengüeo, y tiro comentarios pesados. Como que un día le voy a decir ´weon, yo ni cagando estaría con voh, el día del pico´ y se va a sentir como el hoyo`”.

Obviamente me dolió y se lo dije. Me sentí muy dolida. Eso no se hace, más allá de la confianza y todo, no puedes hablar así de una persona. Yo también siempre se lo dejé claro, para mí era un juego y si bien me sentí atraída por Jorge al principio, después se me pasó.

¿Te interesaría tener una conversación con Jorge fuera del encierro?

No, ya no me interesa.

UNA CONFESIÓN QUE HIZO HISTORIA EN LA TELEVISIÓN 

Chile es un país consumidor de realities, nos gustan los “cara a cara”, nos gustan los conflictos, los romances, los matorrales y todo lo que tiene que ver con la telerrealidad, pero fue Trini Cerda quien protagonizó un momento que ni siquiera Pamela Díaz o Angélica Sepúlveda podrían haber igualado. Una mujer, casi desconocida en ese entonces, le contaba a millones de personas a través de la pantalla su historia. “Yo no nací con este sexo”, dijo frente a la mirada atónita de sus compañeros, desatando un trending topic en medio segundo, una ola de muestras de apoyo transversal, y un hito que seguramente pasará a la historia de nuestra pantalla chica.

¿Entraste con la idea de contarlo?

Sí. No sabía cuándo ni cómo. Sabía que me iba a costar mucho y que iba a llorar, pero iba a ser un desahogo. Finalmente, iba a vomitar mi verdad e iba a ayudar a muchas personas, y el día que lo conté sentí mucho amor de las personas que no estaban en la casa; fue increíble. Creo que esto no lo he contado hasta ahora, pero esa noche me acosté y sentí muchas personas poniendo sus manos sobre mí, diciendo estoy contigo, estoy contigo, estoy contigo. Nunca me voy a olvidar, fue una sensación increíble, sentir un país conmigo fue algo que no voy a olvidar nunca, que va a quedar en mi testimonio por siempre.

¿Cómo se lo tomó tu familia?

Mi papá y mi mamá sienten mucho orgullo, están conmigo, me aman de la misma manera como me han amado siempre. Nos juntamos a almorzar y la relación es exquisita. Lo más importante es que mi vida personal no cambió mucho, está todo igual, solamente sentí el abrazo fraternal de mi papá y el abrazo maternal de mi mamá diciéndome: “Estoy orgullosa de ti, te amo, me hiciste llorar, pero estamos contigo”, y qué lindo que todo siga igual, que tengo a mi familia cerca.

¿A qué se debió tu distanciamiento con Constanza?

Yo cuando me enfrento a una relación amorosa o de amistad, intento hacerlo desde un punto bien libre, bien bonito y de mucho respeto. Si es que yo me hago amiga de alguien también tengo que entender que esa persona tiene el derecho a hacerse amiga de otras personas para generar vínculos. Pero en el momento en que yo me empecé a relacionar con la Fran, nunca entendí cuál era el daño que le hizo la Fran a Coni como para que yo no pueda relacionarme con ella. Esto me empezó a generar “red flags” para alejarme un poco, para empezar a tomar distancia. Después vinieron los malos tratos, después vino Sebastián y se empezó a agrandar un poco la situación.

Pero tu frase “me abstraigo” generó bastante rechazo fuera del reality. ¿Por qué actuaste de esa forma siendo que Constanza te defendió en diversas oportunidades?

Tú no puedes permitir —se lo digo a la gente siempre— o sea, si te tratan mal, da lo mismo si te defendieron mil veces o lo que sea, el maltrato es maltrato y yo no lo voy a avalar nunca. Yo no di un maltrato a nadie. Yo me defendí cuando me tuve que defender.

Eras una de las favoritas del reality, eso cambió totalmente y terminaste eliminada. ¿A qué crees que se debió eso?

El hecho de haber dicho “me abstraigo” un par de veces. También empecé a tener problemas con la Coni, que era favorita en ese momento. Entonces tener problemas con ella significaba, obviamente, no ser la favorita. Y después me cambio de pieza cuando la pieza de “Los Lulos” era la más querida.

¿Qué sentiste cuando te enteraste de que fuiste la participante con mayor porcentaje de votación para ser eliminada?

No me lo tomé personal. Entiendo que la Maite se fue con 92 %, Vivi con 93 %, yo con 94 %; son porcentajes que no se alejan mucho. Yo me estaba enfrentando ante la Pincoya y la Coni, que en ese momento eran las favoritas. Y también había un porcentaje de personas que no querían verme más en el reality porque estaba llorando, estaba muy apagada. Tenía un rostro como caído, no estaba disfrutando, no estaba brillando, que era lo que yo quería hacer y cuando tú no estás en tu 100 %, chao, te fuiste.

¿Por qué le dijiste a la Pincoya que te daba asco?

Nunca dije que me daba asco. Le dije asquerosa, pero fue netamente una reacción ante la agresión que hizo en el momento, que fue como enterrarme el dedo en la espalda un par de veces. Yo me sentí mal y se lo dije. Ya le pedí disculpas, también le dije que me quedo con lo bueno.

¿Cómo ves el cambio de Coni?

No creo que haya un cambio, la Coni tiene altos y bajos no más, como todos lo tenemos. Yo creo que todos cometemos errores, todos tenemos la oportunidad de estar muy arriba y muy abajo. Es muy difícil mantenerte arriba, arriba, arriba, arriba por siempre. Y tenemos que saber que cuando caemos, nos vamos a volver a levantar. Espero que esto sea así también para ella.

Es de conocimiento público que “Gran Hermano Chile” se alarga por un par de meses más. ¿Cómo ves la salud mental de los participantes?

Espero que estén siendo contenidos, que estén bien, que salgan bien y que después también los contengan, que se encuentren con una maravillosa realidad fuera. Espero que se terminen los malos ratos, las funas, el odio y que todos podamos finalmente lograr nuestros sueños y poder perseguir el camino que siempre quisimos.

¿Crees que el alargue es una buena opción?

Están enfrentando a la competencia para poder repuntar de nuevo, pero no sé si es una buena opción alargarlo tanto.

Y a propósito de la competencia, ¿entrarías a Tierra Brava?

Sí, me veo en la arena, me veo tomando sol toda bronceada. Me veo en las competencias físicas, sería entretenidísimo.

¿Quién quieres que gane “Gran Hermano”?

Hans. Yo lo elegiría a él porque creo que es una persona que siempre ha mantenido mucha calma dentro de la casa y que ha superado muchos obstáculos en la vida. También tiene una historia muy bonita. Su único objetivo es ayudar a su mamá y hermana.

Y más allá de tus deseos, ¿quién crees que va a ganar?

Va a ganar Pincoya. Ella también tiene una historia muy bonita, tiene una nobleza increíble. El otro día, cuando habló de su familia, cuando le regaló el premio a su hijo, por ejemplo, son cosas que a mí me ponen muy sensible. Me encantaría volver a tener el cariño que tenía con ella adentro, que lo habíamos logrado.

La autocrítica a tu participación…

Debí haberlo disfrutado mucho más. Ahora es un formato que te hace estar como en una rueda, no te deja disfrutar tanto. Mi autocrítica es que debí haberme reído mucho más. Debí haber sido mucho más fría. Como que me escondí mucho. Pedí permiso muchas veces cuando debí solamente hacerlo.

¿Cuál es tu mayor sueño, Trini?

Quiero poder vivir del arte, quiero poder vivir de una película, de un álbum de música, de mi libro. De los cuadros que pinto no, porque eso es más hobby, los puedo regalar, pero quisiera poder vivir del arte. Me veo viviendo en pareja con un hijo, con un perro, con girasoles. Ese es mi mayor sueño, poder tener una estabilidad y poder tener una familia.

Tienes un tema con la maternidad… ¿Cómo la piensas?

Ahora mismo trato de no pensarlo mucho, porque me pongo muy ansiosa. Tengo 35 años y siento que también la vida pasa muy rápido. Pero como pasa rápido uno nunca sabe, quizá voy a conocer a alguien mañana en un café o una librería y voy a empezar una relación bonita, quizá en dos meses más o tres meses, no lo sé, pero sí sé que va a llegar. Tengo mucha esperanza, pero no quiero apurar ni quiero forzar las cosas. Recién estoy caminando un poquito después de vivir una de las experiencias más fuertes y más intensas de mi vida, no puedo sobreexigir.

¿Es un tema para ti no poder ser madre biológicamente?

En algún momento lloré por esto, pero hoy no es tema, para nada. La adopción es algo que yo abrazo mucho. Me encanta. El tema más allá de no ser mamá biológica o no, no va por eso, sino que tiene que ver con el hecho de quizás no llegar a ser mamá nunca y ni siquiera poder adoptar. No sé si quiero hacerlo sola. Es un desafío muy fuerte, muy grande, que creo que quisiera hacerlo de la mano de alguien.

Háblame de tu novela…

Han pasado muchas cosas, mi libro viene en camino, lo voy a terminar lo antes posible, ya lo estoy escribiendo hace mucho rato. Voy a contar en profundidad un poco lo que yo viví desde chica, hasta que llegué al reality. Va a ser una autobiografía, pero en formato novela. Va a tener romance, viajes y reality show. Va a tener drama, comedia y moda también.

¿Qué consejos les darías a las personas que están atravesando una historia como la tuya?

Siempre trato de hablarles desde la esperanza: sí se puede, se puede ser feliz. Puedes lograr lo que quieres hacer, puedes tener tu cuerpo, puedes ser quien quieras ser. Que tengan la libertad de poder ser y punto, nadie nos va a condicionar. Y que entiendan que no hay sueño lejano, no hay sueño imposible. Mi consejo es no autodiscriminarse. No rendirse. Sí se puede y lo vas a lograr. #SARAH

Fotografía: @emeescobar 
Maquillaje y peinado: @mackanunez 
Estilismo: @pola_vial 
Estudio: @estudiofe 
Producción: @luisynilo